martes, 30 de abril de 2013

Salmo 11


11:
1 Del maestro de coro. De David. 

Yo tengo mi refugio en el Señor,
¿cómo pueden decirme entonces:
"Escapa a la montaña como un pájaro, 


11:2 porque los malvados tienden su arco
y ajustan sus flechas a la cuerda,
para disparar desde la penumbra
contra los rectos de corazón? 


11:3 Cuando ceden los cimientos,
¿qué puede hacer el justo?"


11:4 Pero el Señor está en su santo Templo,
el Señor tiene su trono en el cielo.
Sus ojos observan el mundo,
sus pupilas examinan a los hombres: 


11:5 el Señor examina al justo y al culpable,
y odia al que ama la violencia. 


11:6 Que él haga llover brasas y azufre
sobre los impíos,
y les toque en suerte un viento abrasador. 


11:7 Porque el Señor es justo y ama la justicia,
y los que son rectos verán su rostro.

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