martes, 30 de abril de 2013

Salmo 14


14:1 Del maestro de coro. De David. 

El necio se dice a sí mismo:
"No hay Dios".
Todos están pervertidos,
hacen cosas abominables,
nadie practica el bien. 

14:2 El Señor observa desde el cielo
a los seres humanos,
para ver si hay alguien que sea sensato,
alguien que busque a Dios. 

14:3 Todos están extraviados,
igualmente corrompidos;
nadie practica el bien,
ni siquiera uno solo. 

14:4 ¿Nunca aprenderán los malvados,
los que devoran a mi pueblo
como si fuera pan,
y no invocan al Señor? 

14:5 Miren cómo tiemblan de espanto,
porque Dios está a favor de los justos. 

14:6 Ustedes se burlan de las aspiraciones del pobre,
pero el Señor es su refugio. 

14:7 ¡Ojalá venga desde Sión
la salvación de Israel!
Cuando el Señor cambie la suerte de su pueblo,
se alegrará Jacob,
se regocijará Israel.

No hay comentarios:

Publicar un comentario