lunes, 29 de abril de 2013

Salmo 4


4:1 Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda.
Salmo de David.

4:2 Respóndeme cuando te invoco, Dios, mi defensor,
tú, que en la angustia me diste un desahogo:
ten piedad de mí y escucha mi oración. 

4:3 Y ustedes, señores,
¿hasta cuando ultrajarán al que es mi Gloria,
amarán lo que es falso
y buscarán lo engañoso? 

4:4 Sepan que el Señor hizo maravillas por su amigo:
él me escucha siempre que lo invoco.
4:5 Tiemblen, y no pequen más; 

reflexionen en sus lechos y guarden silencio,
4:6 ofrezcan los sacrificios que son debidos
y tengan confianza en el Señor. 

4:7 Hay muchos que preguntan:
"¿Quién nos mostrará la felicidad,
si la luz de tu rostro, Señor,
se ha alejado de nosotros?"

4:8 Pero tú has puesto en mi corazón más alegría
que cuando abundan el trigo y el vino. 

4:9 Me acuesto en paz y en seguida me duermo,
porque sólo tú, Señor, aseguras mi descanso.

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