lunes, 29 de abril de 2013

Salmo 8


8:1 Del maestro de coro. Con la cítara de Gat. Salmo de David. 

8:2 ¡Señor, nuestro Dios,
qué admirable es tu Nombre en toda la tierra!
Quiero adorar tu majestad sobre el cielo: 


8:3 con la alabanza de los niños
y de los más pequeños,
erigiste una fortaleza contra tus adversarios
para reprimir al enemigo y al rebelde. 


8:4 Al ver el cielo, obra de tus manos,
la luna y la estrellas que has creado: 


8:5 ¿qué es el hombre para que pienses en él,
el ser humano para que lo cuides? 


8:6 Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y esplendor; 


8:7 le diste dominio sobre la obra de tus manos,
todo lo pusiste bajo sus pies:


8:8 todos los rebaños y ganados,
y hasta los animales salvajes; 


8:9 las aves del cielo, los peces del mar
y cuanto surca los senderos de las aguas. 


8:10 ¡Señor, nuestro Dios,
qué admirable es tu Nombre en toda la tierra!

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