miércoles, 15 de mayo de 2013

Salmo 115


115:1 No nos glorifiques a nosotros, Señor:
glorifica solamente a tu Nombre,
por tu amor y tu fidelidad. 

115:2 ¿Por qué han de decir las naciones:
"Dónde está su Dios"? 

115:3 Nuestro Dios está en el cielo y en la tierra,
él hace todo lo que quiere. 

115:4 Los ídolos, en cambio, son plata y oro,
obra de las manos de los hombres. 

115:5 Tienen boca, pero no hablan,
tienen ojos, pero no ven; 

115:6 tienen orejas, pero no oyen,
tienen nariz, pero no huelen. 

115:7 Tienen manos, pero no palpan,
tienen pies, pero no caminan;
ni un solo sonido sale de su garganta. 

115:8 Como ellos serán los que los fabrican,
los que ponen en ellos su confianza.

115:9 Pueblo de Israel, confía en el Señor:
él es tu ayuda y tu escudo; 

115:10 familia de Aarón, confía en el Señor:
él es tu ayuda y tu escudo;

115:11 confíen en el Señor todos los que lo temen:
él es su ayuda y su escudo. 

115:12 Que el Señor se acuerde de nosotros
y nos bendiga:
bendiga al pueblo de Israel,
bendiga a la familia de Aarón, 

115:13 bendiga a los que temen al Señor,
a los pequeños y a los grandes. 

115:14 Que el Señor los multiplique,
a ustedes y a sus hijos; 

115:15 y sean bendecidos por el Señor,
que hizo el cielo y la tierra. 

115:16 El cielo pertenece al Señor,
y la tierra la entregó a los hombres. 

115:17 Los muertos ya no alaban al Señor,
ni tampoco los que bajaron al sepulcro. 

115:18 Nosotros, los vivientes, bendecimos al Señor,
desde ahora y para siempre.
¡Aleluya!

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