miércoles, 15 de mayo de 2013

Salmo 132


132:1 Canto de peregrinación. 

Acuérdate, Señor, en favor de David,
de todos sus desvelos,
132:2 del juramento que prestó al Señor,
del voto que hizo al Fuerte de Jacob:
132:3 "No entraré bajo el techo de mi casa
ni me acostaré en mi propio lecho;
132:4 no daré descanso a mis ojos
ni reposo a mis párpados,
132:5 hasta que encuentre un lugar para el Señor,
una Morada para el Fuerte de Jacob". 

132:6 Sí, oímos hablar del Arca en Efratá,
y la encontramos en los campos de Jaar.
132:7 ¡Entremos en su Morada,
postrémonos ante el estrado de sus pies!
132:8 ¡Levántate, Señor,
entra en el lugar de tu Reposo,
tú y tu Arca poderosa!
132:9 Que tus sacerdotes se revistan de justicia
y tus fieles griten de alegría.
132:10 Por amor a David, tu servidor,
no rechaces a tu Ungido. 

132:11 El Señor hizo un juramento a David,
una firme promesa, de la que no se retractará:
"Yo pondré sobre tu trono
a uno de tus descendientes.
132:12 Si tus descendientes observan mi alianza
y los preceptos que yo les enseñaré,
también se sentarán sus hijos
en tu trono para siempre". 
132:
13 Porque el Señor eligió a Sión,
y la deseó para que fuera su Morada.
132:14 "Este es mi Reposo para siempre;
aquí habitaré, porque lo he deseado.
132:15 Yo lo bendeciré con abundantes provisiones,
y saciaré de pan a sus pobres; 
132:
16 revestiré a los sacerdotes con la salvación,
y sus fieles gritarán de alegría.
132:17 Allí haré germinar el poder de David:
yo preparé una lámpara para mi Ungido.
132:18 Cubriré de vergüenza a sus enemigos,
y su insignia real florecerá sobre él".

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