martes, 7 de mayo de 2013

Salmo 77


77:1 Del maestro de coro. Al estilo de Iedutún. De Asaf. Salmo. 

77:2 Invocaré al Señor con toda mi voz,
gritaré al Señor, y él me escuchará.
77:3 Busco al Señor en el momento de mi angustia;
de noche, tiendo mi mano sin descanso,
y mi alma rechaza todo consuelo.
77:4 Yo me acuerdo del Señor, y me lamento;
medito, y mi espíritu desfallece:
77:5 tú no me dejas conciliar el sueño,
estoy turbado, y no puedo hablar.
77:6 Pienso en los tiempos antiguos,
me acuerdo de los días pasados;
77:7 reflexiono de noche en mi interior,
medito, y mi espíritu se pregunta:
77:8 ¿Puede el Señor rechazar para siempre?
¿Ya no volverá a mostrarse favorable?
77:9 ¿Se habrá agotado para siempre su amor,
y habrá caducado eternamente su promesa?
77:10 ¿Se habrá olvidado Dios de su clemencia
o, en su enojo, habrá contenido su compasión?
Pausa
77:11 Entonces dije —¡y este es mi dolor!—:
"¡Cómo ha cambiado la derecha del Altísimo!"

77:12 Yo recuerdo las proezas del Señor,
sí, recuerdo sus prodigios de otro tiempo;
77:13 evoco todas sus acciones,
medito en todas sus hazañas.
77:14 Tus caminos son santos, Señor.
¿Hay otro dios grande como nuestro Dios?
77:15 Tú eres el Dios que hace maravillas,
y revelaste tu poder entre las naciones.
77:16 Con tu brazo redimiste a tu pueblo,
a los hijos de Jacob y de José.
77:17 Cuando te vieron las aguas, Señor,
cuando te vieron las aguas, temblaron,
¡se agitaron hasta los abismos del mar!
77:18 Las nubes derramaron aguaceros,
retumbaron los densos nubarrones
y zigzaguearon tus rayos.
77:19 El trueno resonó en la bóveda del cielo,
tus relámpagos iluminaron el mundo,
tembló y se tambaleó la tierra.
77:20 Te abriste un camino entre las aguas,
un sendero entre las aguas caudalosas,
y no quedó ningún rastro de tus huellas.
77:21 Tú guiaste a tu pueblo como a un rebaño,
por medio de Moisés y de Aarón.

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