miércoles, 15 de mayo de 2013

Salmo 112


112:1 ¡Aleluya!
Feliz el hombre que teme al Señor
y se complace en sus mandamientos. 

112:2 Su descendencia será fuerte en la tierra:
la posteridad de los justos es bendecida. 

112:3 En su casa habrá abundancia y riqueza,
su generosidad permanecerá para siempre. 

112:4 Para los buenos brilla una luz en las tinieblas:
es el Bondadoso, el Compasivo y el Justo. 

112:5 Dichoso el que se compadece y da prestado,
y administra sus negocios con rectitud. 

112:6 El justo no vacilará jamás,
su recuerdo permanecerá para siempre. 

112:7 No tendrá que temer malas noticias:
su corazón está firme, confiado en el Señor. 

112:8 Su ánimo está seguro, y no temerá,
hasta que vea la derrota de sus enemigos. 

112:9 Él da abundantemente a los pobres:
su generosidad permanecerá para siempre,
y alzará su frente con dignidad. 

112:10 El malvado, al verlo, se enfurece,
rechinan sus dientes y se consume;
pero la ambición de los malvados se frustrará.


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