miércoles, 15 de mayo de 2013

Salmo 139


139:1 Del maestro de coro. De David. Salmo. 

Señor, tú me sondeas y me conoces,

139:2 tú sabes si me siento o me levanto;
de lejos percibes lo que pienso, 

139:3 te das cuenta si camino o si descanso,
y todos mis pasos te son familiares. 

139:4 Antes que la palabra esté en mi lengua,
tú, Señor, la conoces plenamente; 

139:5 me rodeas por detrás y por delante
y tienes puesta tu mano sobre mí; 

139:6 una ciencia tan admirable me sobrepasa:
es tan alta que no puedo alcanzarla. 

139:7 ¿A dónde iré para estar lejos de tu espíritu?
¿A dónde huiré de tu presencia? 

139:8 Si subo al cielo, allí estás tú;
si me tiendo en el Abismo, estás presente. 

139:9 Si tomara las alas de la aurora
y fuera a habitar en los confines del mar, 

139:10 también allí me llevaría tu mano
y me sostendría tu derecha. 

139:11 Si dijera: "¡Que me cubran las tinieblas
y la luz sea como la noche a mi alrededor!", 

139:12 las tinieblas no serían oscuras para ti
y la noche sería clara como el día. 

139:13 Tú creaste mis entrañas,
me plasmaste en el seno de mi madre: 

139:14 te doy gracias porque fui formado
de manera tan admirable.
¡Qué maravillosas son tus obras!
Tú conocías hasta el fondo de mi alma 

139:15 y nada de mi ser se te ocultaba,
cuando yo era formado en lo secreto,
cuando era tejido en lo profundo de la tierra. 

139:16 Tus ojos ya veían mis acciones,
todas ellas estaban en tu Libro;
mis días estaban escritos y señalados,
antes que uno solo de ellos existiera. 

139:17 ¡Qué difíciles son para mí tus designios!
¡Y qué inmenso, Dios mío, es el conjunto de ellos! 

139:18 Si me pongo a contarlos, son más que la arena;
y si terminara de hacerlo,
aún entonces seguiría a tu lado. 

139:19 ¡Ojalá, Dios mío, hicieras morir a los malvados
y se apartaran de mí los hombres sanguinarios, 

139:20 esos que hablan de ti con perfidia
y en vano se rebelan contra ti! 

139:21 ¿Acaso yo no odio a los que te odian
y aborrezco a los que te desprecian? 

139:22 Yo los detesto implacablemente,
y son para mí verdaderos enemigos. 

139:23 Sondéame, Dios mío, y penetra mi interior;
examíname y conoce lo que pienso; 

139:24 observa si estoy en un camino falso
y llévame por el camino eterno.

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