lunes, 6 de mayo de 2013

Salmo 56


56:1 Del maestro de coro. Según la melodía de "La paloma de los dioses lejanos". 
De David. Mictán. Cuando los filisteos se apoderaron de él en Gat. 

56:2 Ten piedad de mí, Señor, porque me asedian,
todo el día me combaten y me oprimen: 

56:3 mis enemigos me asedian sin cesar,
son muchos los que combaten contra mí. 

56:4 Cuando me asalta el temor,
yo pongo mi confianza en ti, Dios Altísimo; 

56:5 confío en Dios y alabo su Palabra,
confío en él y ya no temo:
¿qué puede hacerme un simple mortal? 

56:6 Me afligen constantemente con sus palabras,
sólo piensan en hacerme daño; 

56:7 conspiran, se esconden y siguen mis rastros,
esperando la ocasión de quitarme la vida. 

56:8 ¿Podrán librarse a pesar de su maldad?
¡Derriba a esa gente, Dios mío, con tu enojo! 

56:9 Tú has anotado los pasos de mi destierro,
¡recoge mis lágrimas en tu odre!:
¿acaso no está todo registrado en tu Libro? 

56:10 Mis enemigos retrocederán cuando te invoque.
Yo sé muy bien que Dios está de mi parte; 

56:11 confío en Dios y alabo su palabra; 

56:12 confío en él y ya no temo:
¿qué pueden hacerme los hombres? 

56:13 Debo cumplir, Dios mío, los votos que te hice:
te ofreceré sacrificios de alabanza, 

56:14 porque tú libraste mi vida de la muerte
y mis pies de la caída,
para que camine delante de Dios
en la luz de la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario