martes, 14 de mayo de 2013

Salmo 89


89:1 Poema de Etán, el Aborigen. 

89:2 Cantaré eternamente el amor del Señor,
proclamaré tu fidelidad por todas las generaciones. 

89:3 Porque tú has dicho:
"Mi amor se mantendrá eternamente,
mi fidelidad está afianzada en el cielo. 

89:4 Yo sellé una alianza con mi elegido,
hice este juramento a David, mi servidor: 

89:5 'Estableceré tu descendencia para siempre,
mantendré tu trono por todas las generaciones'".

89:6 El cielo celebre tus maravillas, Señor,
y tu fidelidad en la asamblea de los santos, 

89:7 porque, ¿quién es comparable al Señor
en las alturas?
¿quién es como el Señor entre los hijos de Dios? 

89:8 Dios es temible en el consejo de los santos,
más grande y terrible
que cuantos están a su alrededor? 

89:9 Señor, Dios del universo, ¿hay alguien como tú?
Tú eres fuerte y estás rodeado de fidelidad. 

89:10 Tú dominas la soberbia del mar
y calmas la altivez de sus olas; 

89:11 tú aplastaste a Rahab como a un cadáver,
deshiciste a tus enemigos con tu brazo poderoso. 

89:12 Tuyo es el cielo, tuya la tierra:
tú cimentaste el mundo y todo lo que hay en él; 

89:13 tú has creado el norte y el sur, 
el Hermón y el Tabor aclaman tu Nombre. 

89:14 Tu brazo está lleno de poder,
tu mano es fuerte, alta es tu derecha; 

89:15 la Justicia y el Derecho son la base de tu trono,
el Amor y la Fidelidad te preceden. 

89:16 ¡Feliz el pueblo que sabe aclamarte!
Ellos caminarán a la luz de tu rostro; 

89:17 se alegrarán sin cesar en tu Nombre,
serán exaltados a causa de tu justicia. 

89:18 Porque tú eres su gloria y su fuerza;
con tu favor, acrecientas nuestro poder. 

89:19 Sí, el Señor es nuestro escudo,
el Santo de Israel es realmente nuestro rey. 

89:20 Tú hablaste una vez en una visión
y dijiste a tus amigos:
"Impuse la corona a un valiente,
exalté a un guerrero del pueblo. 

89:21 Encontré a David, mi servidor,
y lo ungí con el óleo sagrado, 

89:22 para que mi mano esté siempre con él
y mi brazo lo haga poderoso. 

89:23 El enemigo no lo aventajará,
ni podrán oprimirlo los malvados: 

89:24 yo aplastaré a sus adversarios ante él
y golpearé a los que lo odian. 

89:25 Mi fidelidad y mi amor lo acompañarán,
su poder crecerá a causa de mi Nombre: 

89:26 extenderé su mano sobre el mar
y su derecha sobre los ríos. 

89:27 Él me dirá: 'Tú eres mi padre,
mi Dios, mi Roca salvadora'. 

89:28 Yo lo constituiré mi primogénito,
el más alto de los reyes de la tierra. 

89:29 Le aseguraré mi amor eternamente,
y mi alianza será estable para él; 

89:30 le daré una descendencia eterna
y un trono duradero como el cielo. 

89:31 Si sus hijos abandonan mi enseñanza
y no proceden de acuerdo con mis juicios; 

8932 si profanan mis preceptos
y no observan mis mandamientos, 

8933 castigaré sus rebeldías con la vara
y sus culpas, con el látigo. 

89:34 Pero a él no le retiraré mi amor
ni desmentiré mi fidelidad; 

89:35 no quebrantaré mi alianza
ni cambiaré lo que salió de mis labios. 

89:36 Una vez juré por mi santidad
—¡jamás mentiré a David!—: 

89:37 'Su descendencia permanecerá para siempre
y su trono, como el sol en mi presencia; 

89:38 como la luna, que permanece para siempre,
será firme su sede en las alturas'". 

89:39 Pero tú te has irritado contra tu Ungido,
lo has rechazado y despreciado; 

89:40 desdeñaste la alianza con tu servidor,
profanaste por tierra su insignia real. 

89:41 Abriste brechas en todas sus murallas,
redujiste a escombros todas sus fortalezas;

89:42 los que pasan por el camino lo despojan,
y es la burla de todos sus vecinos. 

89:43 Alzaste la mano de sus adversarios,
llenaste de alegría a sus enemigos; 

89:44 mellaste el filo de su espada
y no lo sostuviste en el combate. 

89:45 Le quitaste su cetro glorioso
y derribaste por tierra su trono; 

89:46 abreviaste los días de su juventud
y lo cubriste de vergüenza. 

89:47 ¿Hasta cuándo, Señor?
¿Te ocultarás para siempre?
¿Arderá tu furor como el fuego? 

89:48 Recuerda, Señor, qué corta es mi vida
y qué efímeros creaste a los hombres. 

89:49 ¿Quién vivirá sin ver la muerte?
¿Quién se librará de las garras del Abismo? 

89:50 ¿Dónde está, Señor, tu amor de otro tiempo,
el que juraste a David por tu fidelidad? 

89:51 Recuerda, Señor, las afrentas de tu servidor:
yo tengo que soportar los insultos de los pueblos. 

89:52 ¡Cómo afrentan, Señor, tus enemigos,
cómo afrentan las huellas de tu Ungido!

89:53 ¡Bendito sea el Señor eternamente!
¡Amén! ¡Amén!

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